Ciudad de México, 6 de septiembre de 2018
Declaración de solidaridad con los estudiantes de la UNAM
El pasado 3 de septiembre de 2018, la comunidad estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México sufrió hechos de notable violencia. Alumnos de CCH Azcapotzalco y de otras dependencias de esta máxima casa de estudios, marchaban de forma pacífica hacia rectoría para exigir una respuesta institucional ante un grupo de problemas que los aquejaban. La situación administrativa y académica del CCH Azcapotzalco, la denuncia de la desaparición y muerte de la alumna del CCH Oriente Miranda Mendoza apenas unas semanas antes, la situación de violencia que se vive contra el estudiantado, eran algunos de los motivos que los convocaban, en principio.
La posibilidad del diálogo y el avance de los manifestantes hasta el destino final, fue violentamente interrumpido por grupos porriles que, armados con palos, navajas, cocteles molotov, atacaron a los estudiantes. A plena luz del día, el campus universitario vivió un triste enfrentamiento donde varios de los manifestantes resultaron heridos e incluso hospitalizados. Las fotos del intento desesperado de protección de la novia de Joel Meza García, Naomi, quien se colocó como escudo humano para tratar de salvarlo, dan cuenta del momento de violencia crítico que se vivió.
Nosotros, estudiantes de posgrado en Estudios de Arte de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, condenamos estos actos violentos que amenazan la integridad física del ser humano y desestabilizan las posibilidades de un diálogo pacífico, así como nos solidarizamos mediante esta declaración con la comunidad estudiantil de la UNAM, especialmente con los estudiantes agredidos gravemente.
Entendemos a su vez, que hechos de esta índole afectan a la comunidad todo en un momento de transición gubernamental y de inseguridad donde noticias de muertes, desapariciones y feminicidios parecieran convertirse en nuestro pan diario. No podemos permitir que las estructuras hegemónicas y patriarcales se reproduzcan a sí mismas desde la intimidación, el miedo y la violencia con el objetivo de erradicar la libertad de expresión y desestabilizar las formas plurales de consenso. Menos, en el marco de las evocaciones y conmemoración de los 50 años de los tristes hechos de Tlatelolco.
La presencia de grupos porriles no puede quedar impune y reclama una investigación a fondo para contribuir a la desaparición de la violencia como herramienta de control y desestabilización de las buenas prácticas en nuestras universidades y en la sociedad en general. Desde nuestro accionar, respaldamos las acciones de la comunidad estudiantil de la UNAM por una universidad a la altura de los tiempos que corren.
Por un entorno libre de violencia y el avance de nuestra sociedad hacia una cultura de paz que garantice las premisas del buen vivir exclamamos: ¡Ni muert@s ni olvidad@s, ni amenazad@s ni asesinad@s!
Estudiantes de la Maestría en Estudios de Arte de la Universidad Iberoamericana.