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Por Astrid Amaya

Reflexiones desde la asignatura Manifestaciones del Arte en los Espacios Americanos de 1521 a 1700, asimilada al programa de Inmersión Social.

A todas las personas que, valientemente resisten ante la imposición y el cambio constante.

-El agua tiene memoria- Escuche alguna vez en clase. Mientras cruzaba lo que un día fue lago podía escuchar el movimiento del agua. Sí, el agua tiene memoria y se aferra a lo que fue suyo. Así mismo, las personas. El siguiente texto tiene como objetivo abordar la problemática de los texcocanos ante la desecación del lago.

Texcoco es un municipio perteneciente al Estado de México. El cual ha sido objeto de controversias debido a los proyectos gubernamentales planteados, que conllevan un impacto ambiental, social y económico negativo para esta área.

Anteriormente, el lago de Texcoco era parte de la Cuenca de la Ciudad de México. Una de sus funciones principales consistía en preservar el equilibrio ecológico. Sin embargo, hoy en día podemos ver áreas desecadas y desprovistas de vegetación1. Pero, ¿cuál es el origen de este problema?

Desde la llegada de los colonizadores, el lago de Texcoco ha sufrido cambios en su entorno, pues en la temporada de lluvias representaba un riesgo para la población debido a las inundaciones. Es desde esta época que comienza el proyecto para la desecación del lago. México Tenochtitlan estaba edificado sobre seis lagos, los cuales formaban uno mismo en esta temporada: el lago de Texcoco.2

Esta zona ha sido social, cultural y políticamente importante para los habitantes originales de la región. Su identidad está fundamentada en el lago. Motivo por el cual, surge el interés por dominar dicho cuerpo de agua.

Tras el anuncio de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) por el ex presidente Enrique Peña Nieto, el agua volvió a representar una amenaza para quienes ejercían el poder. Pues éste y todo lo que representaba, se interponía con sus planes. Sin embargo, los texcocanos no les dejarían el camino libre. Para que el ambicioso proyecto de Peña Nieto pudiera llevarse a cabo, era necesario ponerle fin al lago.

Quien fuera capaz de poseer el lago, tendría a su alcance la historia y los recuerdos de toda una cultura. Evitar que el agua emerja sería negarle a todo un pueblo su identidad. El agua es más que un recurso, es por sí mismo, un ser vivo con el cuál quienes lo habitan mantienen una relación, una conexión auténtica. No obstante, los habitantes de Texcoco tienen cualidad de agua, sin importar los constantes esfuerzos por conseguir el desplazamiento, esta sigue firme reclamando su espacio.

Es así como los intentos por desecar el lago de Texcoco, son un reflejo del deseo de debilitar el carácter de la comunidad. Si le quitas aquello que sustenta su identidad, sus costumbres y economía, ¿Qué les queda? Los recuerdos, la resistencia, las ganas de permanecer y conseguir adaptarse a una nueva realidad con la esperanza de recuperar el pasado. Porque el agua tiene memoria y las personas también.

Durante mi visita a Texcoco, por parte de la materia Manifestaciones del arte de los espacios Americanos, bajo la coordinación del Dr. Alberto Soto Cortés y la Dra. Azucena Meza Uscanga, pude observar que algunos de los problemas eran evidentes a primera vista, entre ellos el hundimiento del subsuelo. Mientras nos adentrábamos por la carretera, las irregularidades topográficas estaban presentes. Así mismo, el paisaje que nos rodeaba estaba claramente afectado por la deforestación, el crecimiento urbano y la desaparición de áreas verdes.

Si bien es cierto que el acelerado crecimiento urbano nos obliga a expandirnos y buscar nuevos territorios para poblar, necesitamos de manera urgente encontrar estrategias que eviten el daño a los recursos naturales, especialmente al agua.

Gracias a este viaje pude conocer a la Mta. Ekatherina Sicardo Reyes, quien nos habló sobre su experiencia trabajando en el caso del lago de Texcoco. El trabajo de campo que ha realizado, no solo está relacionado con la desecación del lago, si no con las narrativas de poder a las que se enfrenta la población de Texcoco.

La apropiación de las tierras o como dice Berenice Gómez: cambio de uso de suelo, es la manera formal de referirse al desplazamiento forzado al que se enfrenta la comunidad: Un acto violento en manos del Estado.

¿Qué pasaría si un día despiertas con la noticia de que el gobierno quiere expropiar tus tierras, reubicar tu hogar? Esto fue a lo que se enfrentaron los habitantes de este espacio.

En nuestra plática, la Mtra. Ekatherina habló sobre el testimonio de la señora Nieves, una de las afectadas del desplazamiento. Nieves decidió como otros, intentar de todo antes que permitir la reubicación de sus hogares, logrando detener por un tiempo el avance de la carretera que conectaba con el aeropuerto. Su casa, era el límite de esta expansión.

A continuación, presento alguno de los testimonios de los activistas que como Nieves, se pararon en la línea de fuego en defensa del lago de Texcoco:

“Todo va cambiando, hay que entenderlo y lo único que sí hay que hacer es asegurarnos de ir heredando esa lucha, dejando testimonio de ella”

-Gabriela Salas, integrante del Congreso Nacional Indígena.

“La tierra no se vende, se ama y se defiende. […] Tampoco se negocia porque en ella están insertados los sueños de nuestros abuelos que querían un mundo diferente.”

-Ignacio del Valle, Frente de Pueblos en defensa de la Tierra.

“El agua siempre vuelve al agua”

-Maria Luisa Albores, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de México.

“Es un lago que se niega a morir, es un lago vivo, porque además este lago vive”

-Gloria Tavera, Directora General de Conservación

Estas son las palabras que le dan voz a un sentimiento colectivo, son el lema de una lucha. La manera en que el pueblo ha conseguido que otros escuchen a su vez lo que el lago tiene que decir: “estoy vivo, estoy aquí, soy el seno que vio nacer a un pueblo”.

Forzar a las personas a abandonar el lago, es obligarlas de forma indirecta a entrar en el sistema capitalista de nuestra sociedad. No podemos olvidar que los pueblos originarios se rigen por un sistema diferente, basado en manejar una vida simple y la producción para el autoconsumo.

El desplazamiento es violento pues no considera las necesidades ni la forma en que está constituida la comunidad. Al final, tendrá como consecuencia la desaparición de dicho sistema. Las personas se verán obligadas a incluirse en un territorio desconocido, con prácticas que no se adaptan a su vida. Solamente porque alguien más, en este caso el Estado, ha establecido otro sistema como “superior”.

Siguiendo esta línea, a lo largo de esta investigación pude notar que gran parte de los medios de comunicación que informan sobre el caso, lo hacen desde una mirada ajena y distante a las consecuencias que esta problemática trae a la vida de las personas. Utilizando de la misma forma narrativas de poder hegemónicas.

Es por esto, que me parece importante mantener una postura de análisis crítico al momento de reflexionar sobre este caso. Entender que nuestra mirada ante una historia que no nos pertenece, jamás estará completa sin la mirada del otro.

El Estado podrá apropiarse de sus tierras, reubicar sus hogares, cambiar siglos de historia y tradición, pero nunca podrá romper su espíritu, porque el lago vive y su lucha también.

Notas

1 Gómez, B. (s.f.). Lago de Texcoco: Consecuencias de impacto ambiental. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
2 México desconocido. (s.f.). Así secaron el lago de Texcoco, sobre el que se construyó la ciudad de México. Ciudad de México.

Referencias

Gómez, B. (s.f.). Lago de Texcoco: Consecuencias de impacto ambiental. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Boletín Científico-Tepexi No. 6. https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/tepeji/n6/a10.html

México desconocido. (s.f.). Así secaron el lago de Texcoco, sobre el que se construyó la ciudad de México. Ciudad de México. https://www.mexicodesconocido.com.mx/asi-se-secaron-el-lago-de-texcoco-sobre-el -que-se-construyo-la-ciudad-de-mexico.html

Milenio. (2024). NAIM: cronología del aeropuerto que acabará bajo el agua.https://www.milenio.com/negocios/naim-cronologia-del-aeropuerto-que-acabara-bajo -el-agua

Parent, O. (2022). La histórica lucha por la defensa del lago de Texcoco y contra la imposición del Nuevo Aeropuerto. https://femterindien.hypotheses.org/1815

Secretaria de Medio Ambiente. (2023). Lago de Texcoco: Lucha por la defensa de la vida. https://youtu.be/kmqrnbAQdvM

*Publicación autorizada para el portal arteibero.com con el tipo de licencia CC Reconocimiento – (By)

Por Montserrat Borrego

Reflexiones desde la asignatura Manifestaciones del Arte en los Espacios Americanos de 1521 a 1700, asimilada al programa de Inmersión Social.

En los últimos treinta años ha habido una serie de descubrimientos arqueológicos relacionados con los restos óseos de mamuts colombianos en el Estado de México, lo que llevó al desarrollo de dos museografías radicalmente diferentes para apreciar a estas bestias gigantescas del periodo paleoceno.

Ambos ejemplos de museografía y mediación son únicos, con ventajas y desventajas, pero son relevantes porque a través de ellos podemos detectar formas para llevar a cabo un proyecto cultural en México con distintas herramientas y propósitos. Cabe mencionar, que el desarrollo de la cultura en este país, como en muchos otros, está cercanamente relacionada con las instituciones académicas, con la sociedad civil y con el gobierno que gestiona el área y que estos suelen tener un poder importante para la gestión del espacio y los recursos. Tener a estas instituciones de acuerdo puede marcar totalmente la diferencia en el desarrollo de un proyecto cultural. Las escuelas, los museos, los centros de recreación, las universidades o cualquier otro tipo de centro cultural son un punto de encuentro para la comunidad de un lugar, proveen de un espacio seguro para compartir ideas, emociones, problemáticas y generar soluciones a ellos. Es importante generar espacios culturales nuevos y cuidar de los que ya tenemos para poder generar ambientes de respeto, educación e innovación en nuestro país, algo que necesitamos urgentemente. 

Ahora sí, de regreso a los mamuts, el primer proyecto museográfico fue inaugurado en 2001,tras el descubrimiento accidental de siete mamuts por unos trabajadores en el año 1996.^[1] Un dato importante del Museo Paleontológico en el centro de Tocuila es la forma en la que se menciona en los medios de comunicación; “modesto” o “austero”.^[2] Parece ser que el museo tiene un tamaño pequeño y que no necesariamente tiene la tecnología más novedosa o capaz para cuidar y exponer fósiles de más de 10,000 o 12,000 años de antigüedad. El área donde se encuentra este museo es especialmente húmeda, al rededor existen distintos humedales y cuerpos de agua llenos de vida que dificultan la correcta conservación de piezas tan antiguas y delicadas, sin embargo, las piezas permanecen en el museo.  

Las figuras 1,2,3 y 4 muestran de forma gráfica la mediación rudimentaria y práctica que se llevó a cabo en este lugar, destacando las dificultades a las que se han enfrentado las, los y les arqueólogas y museógrafas para adaptar el material y el conocimiento a la circunstancia, a la vez que lograr armar y sostener un museo con poco presupuesto y poco espacio.  

Pese a las problemáticas derivadas del presupuesto y el pequeño tamaño del proyecto, las posibilidades y el impacto social de este museo no han sido limitados, lo cual se debe al diseño del proyecto. Desde un inicio, la excavación se hizo pública, para que la comunidad del área circundante pudiera observar los progresos y los descubrimientos de las les y los especialistas de cerca.^[3] Lo cual, despertó un interés en los vecinos quienes impulsaron la propuesta para que parte de los hallazgos se conservaran en la zona, dando paso a un acuerdo entre los propietarios del área de los hallazgos, la sociedad civil, el ayuntamiento de Texcoco, la Universidad Autónoma Chapingo, la Fundación Cultural Trabajadores de Pascual y del Arte y el equipo de expertas e investigadoras.^[4] Todos estos actores colaboraron para darle vida al museo en 2002, mismo que ayudó a adaptar los mamuts como un elemento identitario de la comunidad y a facilitar la implementación de programas, eventos y actividades orientados a conformar una comunidad unida y una identidad de pertenencia fuerte.^[5]Algo que yo definiría como una mediación exitosa, ya que logró hacer que la gente se involucre activamente en la creación de la comunidad a base de la historia y la educación de los ciudadanos. 

El segundo ejemplo museográfico, relacionado con hallazgos de mamuts, conlleva un cambio de presupuesto y de agenda política. Además de almacenar mucho más piezas arqueológicas, este proyecto es el resultado de un esfuerzo multidisciplinario del INAH y se tituló: salvamento arqueológico en Santa Lucía. Una colaboración que requirió de la presencia de expertos en  arqueología, paleontología, química, física, geología, antropología física, museográfica, política, comunicación y más para poder entender los procesos por los cuales la fauna del pleistoceno llegó a este lugar, cuidar los restos óseos y educar a la población sobre la paleo fauna del Estado de México. Este proyecto abarca los restos óseos encontrados en el aeropuerto Felipe Ángeles, la Base Aérea de Santa Lucía y de Tultepec II en San Antonio Xahuento, proyectos arquitectónicos que siempre contemplaron la posibilidad de encontrar fauna del pleistoceno durante el desarrollo de sus construcciones. Cabe recalcar, que el aeropuerto Felipe Ángeles y la Base Aérea de Santa Lucía están ligados con el discurso presidencial de la cuarta transformación del expresidente Andrés Manuel López Obrador, ver figura 12. El propósito de este proyecto fue hacer una reconstrucción completa la zona en el Pleistoceno Tardío, además de algunos beneficios a la figura pública de este político.  

Es importante no olvidar que en esta zona es altamente difícil preservar restos del pleistoceno por el nivel freático del suelo y del subsuelo, lo cual encarece la correcta preservación de los huesos.^[6] Este es un problema que enfrentó el Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin a la par que el Museo Paleontológico de Tocuila. Gracias al extraordinario diseño del museo en Santa Lucía y a su presupuesto, esta problemática no ha supuesto demasiados inconvenientes para el museo. 

Tan solo con la visita virtual de santa Lucía, se puede observar la preciosa museografía, la arquitectura novedosa y el trabajo cuidadoso de las personas involucradas en el proyecto. Claro, que hace falta un análisis más a fondo sobre las hojas y los textos de sala, las personas capacitadas para hacer recorridos y todas las actividades que se llevan a cabo en ambos museos, pero es innegable que al menos las instalaciones de Santa Lucía son de primer nivel, lo cual se puede ver claramente en las figuras 5,6,7,8,9, 10 y 11. 

Ambos descubrimientos arqueológicos fueron totalmente predecibles debido a que esta área fue uno de los depósitos de fauna más ricos del Pleistoceno Tardío e inicio del Holoceno en América, hoy sigue siendo un área natural importante conectada con el lago Xaltocan, Texcoco, Zumpango, Chalco y Xochimilco.^[1] Los mamuts en esta área realmente son sorprendentes; son piezas únicas en México, porque estos animales principalmente vagaron zonas mucho más al norte del continente americano como Alaska y Yukón y solían permanecer en manadas lideradas por una matriarca.^[2] Las investigaciones de los expertos, a diferencia del presente,  no destacan la amenaza de los primeres seres humanos para estos animales, pero sí lo hacen en el presente. El subsuelo ha enfrentado dificultades por los distintos procesos y cambios causados por las personas  y la contaminación, un tema que espero aborden ambas mediaciones. 

Si bien, estas dos propuestas museográficas se diferencian por una temporalidad de veintiún años, se distinguen aún más por el discurso que las sustenta, las instituciones relacionadas con su fundación y su presupuesto. Considero un poco triste que el proyecto de Santa Lucía haya tenido una planeación delicada, un diseño extraordinario y una mediación envidiable cuando se encuentra realmente aislado de las personas que pueden visitarlo. Los visitantes del aeropuerto tendrían que desviarse completamente de su ruta para hacer la visita y las personas de la localidad de Santa María Ajoloapan, Real Granada o San Jerónimo Xonoachahuacan se encuentran un tanto lejos y necesitan de transporte público o privado para acercarse. Es natural que cada administración gubernamental quiera lucirse con sus construcciones, sus descubrimientos y su “progreso” pero puede ser un poco más útil a nivel social reubicar los centros culturales como Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin en sitios donde puedan tener un alto impacto sobre la población y no sobre un discurso gubernamental. En el caso del Museo del Mamut, hay una utilidad para la Cuarta Transformación que se transparenta en la narrativa, la localización y el diseño del lugar que imita al aeropuerto y que no deja de mencionar a AMLO como presidente en todas las paredes, ver figura 12.  

Referencias

Asociación Mexicana de Turismo para el Desarrollo de la Región Oriente del Estado de México, A.C. Museo Paleontológico de Tocuila, Gobierno de México, 26 de agosto de 2021. https://sic.gob.mx/ficha.php?table=museo&table_id=1306

MXC, El Museo Paleontológico Tocuila y sus gigantescos fósiles de mamut, mayo 2019https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/los-hallazgos-de-mamuts-en-1990

Secretaría de cultura, INAH comenzará estudio multidisciplinario de yacimientos de mamuts en Santa Lucía y Tultepec II, Estado de México, 8 de junio 2020 https://www.gob.mx/cultura/prensa/inah-comenzara-estudio-multidisciplinario-de-yacimientos-de-mamuts-en-santa-lucia-y-tultepec-ii-estado-de-mexico?idiom=es-MX

Museo Tocuila, El Museo Tocuila Un encuentro con el pasado remoto, 2023. https://www.museotocuila.com/el_museo.php

Miriam Vidal, La hipótesis de un campamento para cazar mamuts en Lago de Texcoco se fortalece, La Jornada Estado de México, 4 de enero 2023 https://lajornadaestadodemexico.com/la-hipotesis-de-un-campamento-para-cazar-mamuts-en-lago-de-texcoco-se-fortalece/

Liberal Metropolitano y Cúspide, Hay más Restos de Mamuts en Tocuila Texcoco Edoméx, por el momento sólo existe un Museo, 5 de julio 2023,  https://cuspidemexico.com/2023/07/05/hay-mas-restos-de-mamuts-en-tocuila-texcoco-edomex-por-el-momento-solo-existe-un-museo/

Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin, Bienvenidos al lugar donde todos somos gigantes, 2023, https://mamutsantalucia.com/home-es.html

Por Angélica Flores

Reflexiones desde la asignatura Manifestaciones del Arte en los Espacios Americanos de 1521 a 1700, asimilada al programa de Inmersión Social.

Tepetlaoxtoc, ubicado al noreste del Estado de México y uno de sus municipios; es un lugar que conforma parte importante en el desarrollo histórico del país.  Ahora bien, para 2020, Tepetlaoxtoc contaba con 32,564 habitantes, que comparado con los 9,209,944 habitantes de la Ciudad de México o los 545,884 de la delegación Cuauhtémoc, en la que se ubica el centro de la Ciudad de México; puede ser no muy sorprendente. 

Me parece importante hacer la comparación con la Ciudad de México, puesto que, durante el virreinato, ambos lugares tuvieron su importancia y mantenían una relación muy directa. La Ciudad de México se contemplaba como el destino final y caótico, mientras que Tepetlaoxtoc era un lugar de paso con un poco más de calma, pero que era un recorrido obligado para llegar a la “gran ciudad”. 

Hasta hace poco y siendo exacta, alrededor de seis meses, yo desconocía completamente Tepetlaoxtoc y puedo decir que conocía un mínimo más sobre la distribución de la Ciudad de México con los municipios aledaños que la conformaron durante el México virreinal y años posteriores hasta la revolución. Ahora bien, digo un mínimo más a este conocimiento, debido a mis clases de primaria, secundaria y preparatoria, pero aun así ¿por qué hay un cambio tan significativo en los aprendizajes anteriores y los actuales? 

Entonces, para detallar mis conocimientos sobre el desplazamiento y recorridos de Tepetlaoxtoc, considero necesario comenzar desde mi lugar de enunciamiento. Yo, nací en la Ciudad de México y he vivido aquí por 19 años, lo que llamó: toda mi vida y a lo largo de esta, la Ciudad se ha vuelto mi forma de conocer, aprender, expresar e incluso de caminar y desplazarme. El ejemplo claro y que siempre me ha determinado podría ser mi conocimiento sobre el tráfico, el cual día con día se me hace más común o mi familiaridad con los cambios en lugares de vivienda, considero parte de mi rutina y caminos ver una construcción mínima en el día y lo llamaría poco. ¿Y Tepetlaoxtoc? ¿Esto se vive en Tepetlaoxtoc? 

Tepetlaoxtoc, ¿cuándo comencé a conocerte de esta manera? ¿cuándo resaltaste un foco rojo en mis recorridos? 

Mi relación simbólica con el espacio conocido como Tepetlaoxtoc, inició cuando escuche su nombre: ¿Tepe qué? No podía ni pronunciarlo sin trabarme, pero ya comenzaba a existir en mi mapa mental. Luego, supe que había recorrido más camino en este lugar, cuando lo investigaba o cuando leía parte de sus costumbres, tal vez no era, ni será mi recorrido usual, pero mi relación con él no paraba de crecer. Su mayordomía me parecía un caso alejado a mi conocimiento y el robachicos estaba en mi conocimiento, pero desde los primeros años de primaria no lo llamaba así, ahora lo conocía como un secuestrador, algo común en las noticias de la Ciudad.

Primero de noviembre del año 2024, el día en el que conocería Tepetlaoxtoc. Mi recorrido, al igual que todas las mañanas de viernes, se encontró en la Ciudad de México; sin embargo, mi destino ya se alejaba de esta rutina. Llegamos a un mercado a desayunar y de pronto las pláticas, risas y comentarios ya se relacionaban con el lugar, la comida nos hacía parte del espacio y la mesa nos mantenía en unión. Posteriormente se nos explicó sobre las rutinas de las plazas centrales y continuamos para visitar la Parroquia de Santa María Magdalena, lugar del que también nos apropiamos un recorrido y desplazamiento. Nos sentamos en unas bancas que eran parte del lugar y ahí comencé a entender el espacio y los recorridos como una fuente de investigación. 

Mientras yo recorría la entrada y el patio de la Parroquia, no podía dejar de observar los nombres tallados en el piso, eran las personas enterradas ahí, mi recorrido abarcaba la memoria de personas que estaban en el lugar y que al igual que yo con ellos, se apropiaban de mis pasos, no había paso que yo pudiera dar sin relacionarme con su mortalidad, mi mortalidad y nuevamente la relación simbólica con el espacio. 

Continuamos nuestro camino, nos esperaba la Casa “José Acosta”, propiedad de la Universidad Iberoamericana, donada por el antropólogo Angel Palerm y en ese recorrido conocimos a Juan “Parrandas”, considero que la palabra conocimos es muy determinante y no sería mi intención, ya que él iba en un ataúd y las personas que lo rodeaban eran parte de su cortejo fúnebre, pero quedé muy impactada al ver el número de personas para la población pequeña. Algunos habitantes de Tepetlaoxtoc se encontraban, al igual que nosotros, en su recorrido y relación con el espacio. Juan “Parrandas” se adueñaba de las calles de Tepetlaoxtoc, llenaba de música el lugar, así como de llantos. 

Finalmente, llegamos a la casa y al igual que durante todo el recorrido, conocimos el lugar y nos conformamos como parte de su historia.

Entonces: ¿Cuáles son los recorridos de Tepetlaoxtoc? ¿Sus recorridos hacen relaciones simbólicas?

Con mi experiencia por Tepetlaoxtoc, sencillamente podría responder que sí hay relaciones simbólicas con el espacio en Tepetlaoxtoc y que son distintas a las que comúnmente experimento en la Ciudad; sin embargo, me di a la tarea de investigar un poco más, para probar este punto. 

Tepetlaoxtoc, lugar de suma importancia en el virreinato, paso obligado de todas las mercancías, nos cuenta desde sus inicios, como su Santo devocional proviene de un recorrido.

La historia dice que, en un mesón de paso, donde se quedaban varios arrieros, la mula de uno de ellos se rehusaba a pararse, por lo que, con la urgencia de llegar a la Ciudad de México, el arriero se vio en la necesidad de dejar esa mercancía, con la promesa de volver; sin embargo, al ver que su promesa no sería cumplida, los habitantes abrieron la mercancía, encontrando a San Sebastián Mártir y lo reconocieron como una señal divina, un destino divino de los recorridos, que tendría que alcanzarlos. 

Posteriormente, la gran importancia de este Santo se incrementó cuando una epidemia invadió el pueblo, con la desgracia acudieron a la religión y decidieron pedirle a San Sebastián que esta epidemia terminara. Entonces, con el cumplimiento de su deseo, comenzó la fiesta de agradecimiento a San Sebastián y con la fiesta se implementaría una tradición, elegir a una persona para representar la mayordomía por un año, persona que proporciona una misa y se encargara de reunir fondos para la fiesta, pero no de cualquier manera, sino con una labor de atención y recorrido usual a las casas de las personas que proporcionarán los recursos. Llegado el día, se harán responsables de recorrer casa por casa del pueblo, recibiendo alimentos y en algunos casos, pulque; posteriormente se reunirán en varios lugares a comer y festejar, para finalmente llegar al punto central del festejo, en el que se mencionará al siguiente encargado de esta tarea. 

Este ejemplo, nos deja en evidencia que Tepetlaoxtoc, municipio del Estado de México, al igual que cualquier sociedad con dinámicas y como yo, encuentra el recorrido una apropiación simbólica del espacio, la unión, la música, el pulque, las casas y calles, se llenan del buen trabajo de la mayordomía, al mismo tiempo que conmemoran sus recuerdos, tradiciones y devoción por San Sebastián. El recorrido, desplazamiento y caminatas por sus calles tiene una función y objetivo final. 

Por este motivo, considero que conocer Tepetlaoxtoc me recordó el simbolismo de los lugares, de los desplazamientos que cada persona lleva consigo en cada paso que da y que aunque todos lo podamos hacer, el reconocimiento de su espacio se vuelve único y muy valioso, pues si está dentro de sus consideraciones, tal vez sea rutinario, pero no se deshace de una función, un agradecimiento o una memoria; como el camino que recorrió por última vez Juan “Parrandas” junto a sus personas cercanas del pueblo o la importancia de rememorar a San Sebastián como protector y de fomentar la participación de su sociedad. Tepetlaoxtoc nos muestra que, aunque hay rutinas, como las que conocemos en la Ciudad siempre hay desplazamientos y pasos que tienen un motivo, razón por la que se vuelve inevitable relacionarse con lo que conocemos, los desplazamientos que tenemos, los caminos que hacemos y que en ocasiones creamos con una finalidad específica.

**Licencia de este archivo para el portal arteibero.com con el tipo de licencia Reconocimiento – No Comercial (by-nc). 

Bibliografía 

Secretaria de Economía. Gobierno de México. Municipio de Estado de México. Tepetlaoxtoc. Consultado el 30 de noviembre de 2024. https://www.economia.gob.mx/datamexico/es/profile/geo/tepetlaoxtoc

Secretaria de Economía. Gobierno de México.  Municipio de Ciudad de México. Cuauhtémoc. Consultado el 30 de noviembre de 2024. https://www.economia.gob.mx/datamexico/es/profile/geo/cuauhtemoc-9015?redirect=true

El Errabundo. Video 3/3 Mayordomía de los tlachiqueros/ Tepetlaoxtoc. YouTube.  Consultado el 29 de noviembre de 2024. https://www.youtube.com/watch?v=IVt01d8Sfmk

El Lago de Texcoco como espacio vivo de lucha y resistencia

Por Fernanda Dávalos

Reflexiones desde la asignatura Manifestaciones del Arte en los Espacios Americanos de 1521 a 1700, asimilada al programa de Inmersión Social.

Cuatro medias verdades sobre Tepetlaoxtoc

Por Sofía Florin

Reflexiones desde la asignatura Manifestaciones del Arte en los Espacios Americanos de 1521 a 1700, asimilada al programa de Inmersión Social.

* Autorización de publicación para el portal arteibero.com con el tipo de licencia CC Reconocimiento- Reconocimiento – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa)

Por Kayla Scheppler

Reflexiones desde la asignatura Manifestaciones del Arte en los Espacios Americanos de 1521 a 1700, asimilada al programa de Inmersión Social.

El lago de Texcoco, junto con el proyecto del aeropuerto y el Parque Ecológico han generado un gran debate tanto a nivel nacional como internacional por las problemáticas que estos proyectos implican, así como la conservación ambiental, el desarrollo urbano y los derechos de las comunidades que habitan a su alrededor.

Cabe mencionar que este ensayo está escrito desde una voz y perspectiva sobre el caso del Parque Ecológico de Texcoco está basada en la información que he recopilado, pero reconozco que no viví la situación de cerca. Aunque conozco algunos detalles sobre la resistencia de las comunidades y las problemáticas de desplazamiento y despojo, mi conocimiento proviene de fuentes secundarias, lo que implica que no tengo acceso a toda la historia ni a los matices que sólo pueden entender quienes han estado directamente involucrados en el conflicto. Esto significa que mi análisis puede tener sesgos, ya que estoy interpretando los eventos desde una distancia física y emocional. Reconozco que, al no haber experimentado personalmente las consecuencias sociales y ambientales, mi comprensión de las implicaciones es limitada.

El Parque Ecológico de Texcoco y su desarrollo han sido presentados como un proyecto de progreso y restauración ecológica, sin embargo la realidad es que es una solución que beneficia principalmente a intereses urbanos y empresariales, perpetuando el desplazamiento y la marginación de comunidades locales. El parque no responde a las demandas de la población del Lago de Texcoco, sino a las necesidades políticas y económicas de las personas en el poder.

Lo que busca este texto es responder a la pregunta ¿en qué medida el Parque Ecológico de Texcoco satisface las necesidades reales de la comunidad local, y cómo se configura como una respuesta al fracaso del proyecto aeroportuario y un símbolo de la urbanización excluyente?

El Lago de Texcoco ha sido disputado históricamente por su valor ambiental, pero también por el arraigo cultural para las comunidades que se encuentran alrededor. Durante décadas, la población se ha resistido a los intentos del gobierno y del sector privado de transformar la región en un proyecto urbano, en particular el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.¹ La creación de este aeropuerto implicaba la destrucción de grandes áreas del lago y sobretodo el desplazamiento de muchas familias, desencadenando movilizaciones sociales masivas como #YoPrefieroElLago, “Tierra Sí, Aviones No” y “No al Aeropuerto de Muerte.”² Esta lucha se consolidó como un ejemplo de cómo las comunidades defendieron el territorio frente a los intereses económicos y urbanísticos que priorizaban el “progreso” industrial sobre el bienestar de las personas y el ecosistema. Después de muchas luchas contra el aeropuerto, Andres Manuel López Obrador, anunció que el aeropuerto ya no se haría ahí y en su lugar desarrollaría un parque ecológico para “hacer caso a aquellos que se oponían al impacto ambiental en el lugar”³ con el fin de recuperar la flora y fauna de la región, así como abrir espacios para actividades recreativas.

Mediáticamente el caso se cubrió tanto de manera nacional como internacionalmente. En El País, fuentes como Animal Político, Proceso y la Jornada cubrieron la noticia, e internacionalmente The New York Times, The Guardian y El País hablaron de este tema, analizando las pérdidas ecológica, económicas (por la cancelación del aeropuerto), las diferentes perspectivas que había en torno al proyecto y más que nada sobre las protestas de las comunidades afectadas.

De esta manera, resurgió el Lago de Texcoco, ahora como un parque ecológico y proyecto de restauración y devolverle su función ecológica. Sin embargo, como menciona Iñaki Echeverría, líder del proyecto, la restauración del lago enfrenta grandes retos y presiones políticas.⁴ El proyecto tiene intenciones buenas en cuanto a la ecología, pero también está la sombra del fallido aeropuerto y el desplazamiento de las comunidades, pero lo que más dudas genera es si realmente este parque responde a los intereses de las comunidades locales o si solamente es una forma de compensar simbólicamente a aquellas autoridades que impulsaron el aeropuerto.

Las mayores críticas a este proyecto giran en torno a la expropiación de las tierras, la compra de terrenos a precios muy bajos que no se comparan con el valor real, la presión y coacción a los propietarios para vender sus terrenos y también la pérdida de los medios de subsistencia tradicionales de las comunidades que se encuentran en esta zona.

A pesar de que el Parque Ecológico se presenta como un proyecto de progreso y sustentabilidad, es necesario preguntarnos quiénes realmente se beneficiarán de esta urbanización verde. La idea del parque es restaurar los ecosistemas del lago y ofrecer espacios de esparcimiento, además de ser un “ejemplo de adaptación al cambio climático.”5

No obstante, esta narrativa de progreso tiene que ser contrastada con la realidad de las comunidades de Texcoco que han experimentado el despojo de tierras con el pretexto de progreso y desarrollo. Si bien el parque ofrece beneficios ecológicos y espacios verdes, seguimos viendo patrones de gentrificación verde que priorizan lo turístico por encima de las verdaderas necesidades sociales de los habitantes de la zona. En este sentido, el proyecto se convierte nuevamente en una herramienta de exclusión, donde la recreación y esparcimiento son aprovechadas por otros sectores, mientras que las comunidades locales, siguen siendo desplazadas y marginadas.

La idea de “ecológico” en este contexto está politizada y utilizada para suavizar las críticas de despojo y desplazamiento de las comunidades de Texcoco. Como dice Rafael Bautista Patiño,

“la transformación del territorio, de ninguna manera se va a caracterizar por ser positiva para las comunidades, al contrario, con la llegada de los megaproyectos se van a profundizar las problemáticas ya existentes, que se expresan en diversas afectaciones socioambientales y socioterritoriales, tales como: la degradación de ecosistemas, la destrucción de cerros, la pérdida de conocimientos tradicionales y del sentido de pertenencia, la descomposición de los entramados sociales, el aumento de conflictividad y la violencia a nivel comunitario y la desterritorialización”

Para que estos proyectos como el Parque Ecológico de Texcoco verdaderamente beneficien a las comunidades y a los habitantes de la zona, es necesario democratizar la toma de decisiones sobre el uso de la tierra, involucrando a los pobladores en la planificación y ejecución de estos proyectos, asegurando que estas personas tengan un beneficio económico y social de manera equitativa. Si esto no ocurre, esto hará que las desigualdades se perpetúen y que sirvan solamente a los intereses de las personas en el poder, así como a las empresas. Democratizar lo ecológico implica no solo restaurar el ecosistema, la flora y la fauna, sino también reconocer y respetar los derechos de las comunidades que viven en ese territorio.

El Parque Ecológico representa tensiones entre conservación ambiental, progreso, desarrollo y derechos. Sé y entiendo que restaurar el ecosistema es muy importante, pero hacerlo a costa de las personas, despojándolas y desplazándolas de donde viven no es lo correcto. ¿Para quién se construye el parque? En lugar de servir a las necesidades de esta población, este proyecto parece responder a otros intereses, utilizando el discurso ecológico como pretexto y herramienta política para justificar las atrocidades contra el pueblo de Texcoco. Como propuesta para este tipo de proyectos me gustaría agregar que se deberían

realizar procesos de consulta donde las comunidades participen y puedan expresar su punto de vista sin miedo a ser representados, así como desarrollar modelos de conservación que integren perspectivas sociales y ambientales, y que no solo lo hagan con fines económicos donde los ricos se enriquezcan más y los pobres sean aún más desplazados. Es necesario también restaurar el ecosistema afectado (que es lo que el parque ecológico también busca) y lo más importante sería generar alternativas económicas para estas comunidades desplazadas, quizá generando empleos en el parque, así como educación ambiental para sacarle provecho a lo que ya se hizo.

Enfrentarme a esta situación que es la realidad de muchas personas y saber que fueron despojadas e ignoradas, me hizo cuestionarme tanto a las personas que están en el poder como a mi privilegio. Siento mucha tristeza que situaciones así sigan ocurriendo en el país. Me siento muy frustrada y me doy cuenta que mi reflexión, proviene desde una comodidad y una lejanía que jamás podré comprender del todo. Hay personas que fueron desplazadas, despojadas de su tierra y su historia, y yo no entiendo la magnitud de su dolor y enojo. Me siento impotente frente a la injusticia que estas personas y miles más en otros lados del país viven y que estos proyectos, que son maquillados como “ecológicos”, sirvan a los intereses económicos de otras personas más que al bienestar de los habitantes de la zona. Mi distancia, seguridad y privilegio son de alguna manera parte de este sistema que sigue beneficiando a unos pocos, mientras que otros pierden su hogar y su sentido de pertenencia.

 

*Autorización de publicación para el portal arteibero.com con el tipo de licencia CC Reconocimiento (by).

Por Lucía Federica Barrios Grau 

Reflexiones desde la asignatura Manifestaciones del Arte en los Espacios Americanos de 1521 a 1700, asimilada al programa de Inmersión Social.

Can you give me some money to have some bread? 

Fue un inglés perfecto con el que se me acercó el señor que habitaba la calle. Su mano estirada, las ropas rotas y el piso como recipiente. Un inglés que me descolocó el paso, me hizo voltear y encontrarme con su mirada. Encontrar el lenguaje extranjero como punto de convergencia. Para darme cuenta que no era un extranjero, esta era su tierra. La extranjera era yo. Encontró en el inglés una herramienta de supervivencia y yo una manera de cuestionarme mi posición como extranjera. 

Mi día en Oaxaca comenzó con el frío de la estación del bus. Llegué de noche y aunque creí que me recibiría una calidez de tonalidad amarilla y naranja. Quizás yo misma era víctima de la concepción extranjera de México; la que estaba metida en las películas. El frío fue mi primer choque cultural. Mi segundo choque cultural fue entender el porcentaje de personas que componían el grupo con el que me bajé del bus, personas mucho más preparadas que yo. La mayoría de estas personas eran extranjeras, pero no con la misma extranjería con la que caminaba yo. Cargaban con sus maletas en la espalda, chanclas, una altura que viene de otros hemisferios y un español mezclado con alguna otra lengua. Venían en inglés. 

Siempre me ha generado curiosidad la comodidad de hablar inglés y esperar que el contexto se adecué a tus necesidades. Al nombrar las cosas existen, lo que me lleva a preguntarme ¿cómo existo si me nombran en inglés?  ¿cómo existe un contexto si es nombrado desde lo ajeno? ¿acaso unx se puede volver otrx en su propio contexto? 

Ha habido un aumento de movimiento de lo extranjero hacia lo latino. Muchas personas podrían nombrarlo turismo, pero en el punto en el que estamos yo lo nombro como un movimiento neocolonial.  Ahora volveré a este punto, sigamos con la estación. Con mi compañera de viaje Gabi, que por suerte es una antropóloga, jugamos un juego muy divertido que era contar cuántos gringos veíamos – el término gringo es una manera coloquial de nombrar a los que vienen de Estados Unidos – Uno, dos o tres. Cuatro a siete. Siete a nueve. El juego empezó a tornarse en un sentimiento extraño. La mayoría del bus en el que veníamos eran gringos. Veo la ironía de dos extranjeras observando a más extranjeros y creando una distancia que quizás no existe, pero para nosotras como latinas es innegable. No podemos ponernos en el mismo lugar. No tenemos el mismo lugar. Sigamos con la gentrificación, este es un fenómeno que va conquistando tierras con monedas con menor valor monetario. Fue un término acuñado por Ruth Glass en 1964, 

Uno a uno, muchos de los barrios obreros de Londres han sido invadidos por las clases medias. Míseros, modestos pasajes y cottages –dos habitaciones en la planta alta y dos en la baja- han sido adquiridos, una vez que sus contratos de arrendamiento han expirado, y se han convertido en residencias elegantes y caras. Las casas victorianas más amplias, degradadas en un período anterior o reciente –que fueron usadas como casas de huéspedes o bien en régimen de ocupación múltiple- han sido mejoradas de nuevo. Una vez que este proceso de «gentrification» comienza en un distrito continúa rápidamente hasta que todos o la mayoría de los originales inquilinos obreros son desalojados y el carácter social del distrito se transforma totalmente.» (en Smith, 1996, p. 33)

Este fenómeno social implica muchas cosas y se ha ido trasladando a nuestro contexto. Para Smith (1996) la gentrification es parte de lo que denomina el urbanismo revanchista de fin de siglo, orientado a una recuperación de la ciudad por las clases altas anglosajonas (…) una reconstrucción clasista del paisaje del centro urbano (García Herrera, 2001). Es una manera muy interesante de nombrar, reconstrucción clasista, pues al final el movimiento económico en una moneda ajena a la local se vuelve en un fenómeno de selección artificial quién se pueda adaptar, sobrevive.  Ahí vuelve el señor de la calle que me hablaba en inglés. Las condiciones para sobrevivir en estos contextos cambió de paradigma. La llegada de extranjeros, principalmente estadounidenses y canadienses, ha provocado un aumento significativo en los precios de la vivienda en el centro histórico de Oaxaca. Los residentes locales, especialmente aquellos que han vivido por generaciones en estos barrios, se ven forzados a mudarse a las periferias debido a la imposibilidad de pagar las rentas infladas. Los negocios tradicionales están siendo reemplazados por establecimientos que priorizan el inglés en sus menús y comunicación, orientándose principalmente al turista extranjero. El idioma de llegada ya no es el español. Lo que me hace volver a mi concepto del inglés como una herramienta neocolonial, los que pueden hacer parte del diálogo van a poder seguir en el mercado. Los que no, tendrán que moverse. El discurso y la narrativa crean una distancia. Los precios no solo están nombrados en inglés, sino que se asumen en la moneda extranjera; precios que, para mí, una latinoamericana, no tenían sentido. Por eso mismo también está su naturaleza neocolonial, el extranjero no se adecúa al contexto, exige que el contexto se adecue a él; lo que las personas con la moneda dominante nombran como barato, ya no es accesible. 

Me empecé a preguntar sobre el tener que traducir tu contexto. El contexto que siempre has habitado ha cambiado demográficamente. Las personas te miran con sonrisa simpática y en vez de un hola, te llega un hi.  Pero hay que cuestionarnos que el inglés no es accesible para todo el mundo y menos en el contexto latinoamericano; esto lo que hace es crear una brecha socioeconómica entre quienes tienen acceso a su aprendizaje y quienes no. Promueve una forma de pensamiento y expresión que excluye a las personas que no tienen acceso a este idioma. Vuelve mi pregunta, ¿acaso te puedes volver otrx en tu propio contexto?  Se está generando una jerarquía lingüística donde el inglés se posiciona como lengua de prestigio y oportunidad económica, mientras que las lenguas indígenas locales como el zapoteco y el mixteco son marginadas aún más, y si no, son leídas desde un lugar de exotización. Si no haces parte del diálogo y pierdes tu carácter como sujeto, tu otra opción es ser objeto. Objeto que se compra, objeto que se observa, objeto que se ve, pero al que no se le habla. Un elemento particularmente preocupante es cómo muchos espacios culturales tradicionales se están «traduciendo» al inglés, no solo en términos lingüísticos sino también culturales, para hacerlos más «digeribles» para el turismo extranjero. Esto puede resultar en una simplificación y comercialización de prácticas culturales complejas, lo que me lleva a preguntarme ¿por qué tenemos que hacernos más digeribles, traducirnos y nombrarnos desde lo ajeno?  

Entenderme como una latina que podía hacer parte del dialogo me hizo darme cuenta de mi posición de privilegio; en un contexto en donde la educación no es se asume como un derecho, yo había podido acceder a una lengua que era una herramienta de poder. El spanglish se volvió parte de mi conversación cotidiana; sin darme cuenta, con mis hello, full, heavy asumía una hipocresía cómoda. Entonces me pregunto ¿Desde qué lugar puedo pararme cuando hago parte del dialogo? Cuando uso términos desde el anglicismo en un trabajo sobre gentrificación. Quizás la distancia que ponía entre el gringo y yo se limitaba, yo hablaba en su idioma, leía los menús en su lengua y entendía cuando el señor en condición de calle me hablaba en inglés. 

Bibliografía: 

Janoschka, M., & Sequera, J. (2014). Procesos de gentrificación y desplazamiento en América Latina – una perspectiva comparativista. Contested Cities, 82-104.

Rincón-Avellaneda (2018). Fragmentos de ciudad. Entre el abandono y la gentrificación. Universidad Nacional de Colombia. Recuperado de: https://revistas.unal.edu.co/index.php/bitacora/article/view/71865/pdf

García Herrera (2001). ELITIZACIÓN: PROPUESTA EN ESPAÑOL PARA EL TÉRMINO GENTRIFICACIÓN. Recuperado: https://www.ub.edu/geocrit/b3w-332.htm

*Publicación autorizada con licencia CC para el portal arteibero.com con el tipo de licencia Reconocimiento (by) 

Por Daniela Puebla

Reflexiones desde la asignatura Manifestaciones del Arte en los Espacios Americanos de 1521 a 1700, asimilada al programa de Inmersión Social.

*Licencia de este archivo para el portalarteibero.com con el tipo de licencia CC Reconocimiento – No Comercial (by-nc)